Créditos:
Grabado entre diciembre del 2003 y enero del 2004 por Paco Loco en ODDS Sur, Puerto de Santa María (Cádiz)
El Disco:
Holywater avanzan a pasos agigantados hacia su madurez artística con un nuevo disco repleto de cambios. Desde la inocencia primeriza del álbum debut y sin perder un ápice de la frescura emo que les caracterizó desde un principio, han llegado a completar una obra épica, valiente en composiciones y en minutaje, con una acertada producción de Paco Loco que recoge en el disco el ruidismo de su directo, y aporta un toque de riesgo en los arreglos musicales, resaltando la vertiente más experimentadora del grupo.
Los doce cortes del álbum agotan prácticamente el espacio disponible en el CD y resaltan de manera superlativa el tono dramático y la capacidad de Holywater para dotar sus canciones de una alta carga emotiva. Los trucos de estudio y la introducción de nuevas instrumentaciones, como el órgano, el Me…
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Créditos:
Grabado entre diciembre del 2003 y enero del 2004 por Paco Loco en ODDS Sur, Puerto de Santa María (Cádiz)
El Disco:
Holywater avanzan a pasos agigantados hacia su madurez artística con un nuevo disco repleto de cambios. Desde la inocencia primeriza del álbum debut y sin perder un ápice de la frescura emo que les caracterizó desde un principio, han llegado a completar una obra épica, valiente en composiciones y en minutaje, con una acertada producción de Paco Loco que recoge en el disco el ruidismo de su directo, y aporta un toque de riesgo en los arreglos musicales, resaltando la vertiente más experimentadora del grupo.
Los doce cortes del álbum agotan prácticamente el espacio disponible en el CD y resaltan de manera superlativa el tono dramático y la capacidad de Holywater para dotar sus canciones de una alta carga emotiva. Los trucos de estudio y la introducción de nuevas instrumentaciones, como el órgano, el Mellotron o los instrumentos de cuerda dan nueva dimensión a las canciones, aunque se ha optado por no sobrecargar los sonidos y tratar de mantener una deliberada suciedad, de modo que nunca se pasa la barrera de la sobreproducción y hasta puede hablarse de Lo-Fi en algunos momentos.
Mención especial merece una vez más la voz de Ricardo, el cantante solista del grupo, que con su amplio registro y expresividad está a la altura de los mejores Greg Dulli, Bill Janovitz...
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