Los Tarzanillos surge de dos meses de soledad, un confinamiento que tenía que romperse por algún lugar, aunque sea haciendo música.
Mucho anarcopunk y rock de segunda división, muchas horas de escuchar metal y no saber ya qué es el punk, una mezcla asquerosa digna de ermitaño que ha perdido el norte.
Así es como salieron los cinco singles que generaría el EP “Lo mejor de lo peor”, que como su título indica da cuenta de la humildad de este proyecto. Entre bromas de testigos de jehová, luces que se encendían solas en casa y vigilantes de balcón se fueron afinando ciertas notas que han generado un año más tarde el segundo EP: “Todo lo que quieras”.
Tras una reestructuración de empresa surgen nuevos temas que escupen hacia la burguesía apoderada, las ciudades, el mallo que hunde nuestra cabeza día a día en el trabajo y la codicia infinita. Esta vez con las cosas más claras y el sonido más preparado pero aún hecho totalmente en casa. Los temas se inspiran en el anarcopu…
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Los Tarzanillos surge de dos meses de soledad, un confinamiento que tenía que romperse por algún lugar, aunque sea haciendo música.
Mucho anarcopunk y rock de segunda división, muchas horas de escuchar metal y no saber ya qué es el punk, una mezcla asquerosa digna de ermitaño que ha perdido el norte.
Así es como salieron los cinco singles que generaría el EP “Lo mejor de lo peor”, que como su título indica da cuenta de la humildad de este proyecto. Entre bromas de testigos de jehová, luces que se encendían solas en casa y vigilantes de balcón se fueron afinando ciertas notas que han generado un año más tarde el segundo EP: “Todo lo que quieras”.
Tras una reestructuración de empresa surgen nuevos temas que escupen hacia la burguesía apoderada, las ciudades, el mallo que hunde nuestra cabeza día a día en el trabajo y la codicia infinita. Esta vez con las cosas más claras y el sonido más preparado pero aún hecho totalmente en casa. Los temas se inspiran en el anarcopunk ochentero intentando mantener una estructura de una sola guitarra, bajo, batería y voz, y unas letras mínimamente políticas, finalizando incluso con un manifiesto donde se anima a hacer música incluso con sonidos creados solo con el propio cuerpo.
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