“Improvisa y vencerás” es el lema del saxofonista David Hillyard. Éste ha tenido muchos altibajos durante sus 20 años de carrera musical, pero su visión musical ha perdurado; una candente mezcla de jazz, reggae, ska y percusión africana. Sus solos planean como una cometa en un día de viento. Revolotean de un lado a otro, explorando los diferentes colores de la música, regodeándose en el brillo de su sección rítmica.
Este espíritu libre es capturado en su más reciente CD, “Way Out East” (Brixton Records 022 (2007)), un CD grabado en directo durante su gira europea del 2004. El CD empieza con un solo de Dave tocado en clave menor tema africano que se funde con la melodía de su clásico de 1999, “Playtime”. Cada canción que sigue es moldeada por sus solistas. Dave es tan apasionado que es como si su saxo estuviera poseído por demonios. Rolf Langsjoen es tranquilo y sereno pero aún así muy romántico. Buford O’Sullivan, el trombonista, es bromista y astuto. La sección rítmica…
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“Improvisa y vencerás” es el lema del saxofonista David Hillyard. Éste ha tenido muchos altibajos durante sus 20 años de carrera musical, pero su visión musical ha perdurado; una candente mezcla de jazz, reggae, ska y percusión africana. Sus solos planean como una cometa en un día de viento. Revolotean de un lado a otro, explorando los diferentes colores de la música, regodeándose en el brillo de su sección rítmica.
Este espíritu libre es capturado en su más reciente CD, “Way Out East” (Brixton Records 022 (2007)), un CD grabado en directo durante su gira europea del 2004. El CD empieza con un solo de Dave tocado en clave menor tema africano que se funde con la melodía de su clásico de 1999, “Playtime”. Cada canción que sigue es moldeada por sus solistas. Dave es tan apasionado que es como si su saxo estuviera poseído por demonios. Rolf Langsjoen es tranquilo y sereno pero aún así muy romántico. Buford O’Sullivan, el trombonista, es bromista y astuto. La sección rítmica responde de manera experta a cada cambio de humor, creando “canciones dentro de la canción”. En conjunto, el grupo toca como si les fuera la vida en ello.
Tal y como lo explica Dave, “Fue un día un poco raro. Estábamos en Alemania del Este, en Jena, en un club que se encontraba en una estación de tren abandonada. Un día realmente frío y lluvioso”.
“A las 8:30 de la tarde, la sala estaba completamente vacía y tenía toda la pinta de que la noche iba a ser un desastre. Empezaba a preguntarme que demonios estaba haciendo en ese lugar. Entonces me fui al camerino y me encontré al resto del grupo de fiesta con una botella de Habana Club, unas cervezas y fumando algo. Así que me di el gusto”.
“Salimos al escenario a las 9:30, completamente relajados y nos encontramos frente a una sala repleta. Repentinamente, nos vimos atrapados en una fiesta y podías oír la inesperada alegría del grupo a causa de esto. Acabamos tocando durante dos horas seguidas y dos largos bises. Tocamos todo lo que sabíamos, ¡tocamos incluso canciones que no sabíamos! El calor y la ilusión que esa noche recibimos del público nos dio energías y no queríamos parar. Y cuando intentamos parar… ¡no querían dejarnos!”
Dave empezó a tocar frente al público de manera profesional cuando tenía 17 años. Formó parte de dos importantes grupos de ska, The Donkey Show y Hepcat, este último conocería la fama después de que dejara el grupo. Su carrera finalmente despegó cuando se unió a The Slackers, donde ha sido una parte integral en la grabación de sus 10 CDS y sus mas de mil conciertos durante los últimos quince años.
Mediante su asociación con The Slackers, conoció a Tim Amstrong de Rancid. Tim creía en la música de Dave y le ayudó a grabar su CD de debut solo, Playtime. Playtime era una estridente mezcla de las melodías de Miles Davies, marchas de Nueva Orleáns y percusión jamaicana. Para su segundo CD, Unite Front, Dave cogió canciones de la Guerra Civil española y las pasó a ritmo de reggae.
Pero a Dave siempre le ha frustrado la artificialidad del estudio. En sus conciertos se siente libre para tocar lo que sea, para intentar lo que sea. Esta contagiosa libertad y alegría es algo que se nos muestra en “Way Out East”. Dave esta obsesionado con encontrar su propio sonido en este mundo, y quién sabe, quizás ya lo haya encontrado.
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