En 1999 Pereza se juntaron con la sana intención de hacer versiones de Leño. Ruben (guitarra y voz) venía de gastar suela con el fugaz hip Buenas Noches Rose, en tanto que Leiva (bajo y voz) había desparramado el tiempo entre su grupo Malahierva y los parques del barrio de La Alameda de Osuna. El trío se completaba entonces con el batería Tuli. En sus primeros gateos por los pequeños clubs de Madrid llegaron incluso a oficiar como banda de acompañamiento del crítico musical Fernando Martín. A cuenta de curtirse el cuero en el circuito de garitos, fueron naciendo los primeros temas propios, que evidenciaban una deuda clara con los glamorosos setenta, encabezados por Marc Bolan y los Stones, sin olvidar referencias autóctonas como Burning y Tequila, asimilados todos ellos en una vena claramente pop, que jamás despreciaba un buen riff.
Un caza talentos de RCA los vio en directo y de inmediato depositó en ellos su confianza, atisbando un enorme filón comercial y una atrayente y sólida imagen, aunque aún hubiese cosas que pulir. La banda ficha para la multinacional y edita su primer disco “Pereza” (2001). El trabajo aún evidencia su juventud e inexperiencia; limitado, sí, pero lo suficientemente firme como para dar un centenar de conciertos y creerse así mismos un poco más. En sus devaneos por la península van haciendo tablas como teloneros de Porretas, Los Enemigos o Siniestro Total. También aportan valiosos granitos de arena en diferentes recopilatorios: en el solidario Patitos Feos hacen el clásico infantil televisivo “La Bruja Avería”, en Calaveras y Diablitos el inédito “En donde estés”, y en el homenaje a Hombres G atacan con “Voy a pasármelo bien”, canción que terminaría dando título al álbum tributo.
Para el segundo disco, “Algo para cantar” (2003), Pereza se reduce a dúo y la formación en directo se completa con Rober (batería) y Pitu (guitarra), lo que constituirá un equipo ideal y necesario para consolidar repertorio y maneras sobre un escenario. El disco supone un aldabonazo para sus aspiraciones, los sitúa en un…
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En 1999 Pereza se juntaron con la sana intención de hacer versiones de Leño. Ruben (guitarra y voz) venía de gastar suela con el fugaz hip Buenas Noches Rose, en tanto que Leiva (bajo y voz) había desparramado el tiempo entre su grupo Malahierva y los parques del barrio de La Alameda de Osuna. El trío se completaba entonces con el batería Tuli. En sus primeros gateos por los pequeños clubs de Madrid llegaron incluso a oficiar como banda de acompañamiento del crítico musical Fernando Martín. A cuenta de curtirse el cuero en el circuito de garitos, fueron naciendo los primeros temas propios, que evidenciaban una deuda clara con los glamorosos setenta, encabezados por Marc Bolan y los Stones, sin olvidar referencias autóctonas como Burning y Tequila, asimilados todos ellos en una vena claramente pop, que jamás despreciaba un buen riff.
Un caza talentos de RCA los vio en directo y de inmediato depositó en ellos su confianza, atisbando un enorme filón comercial y una atrayente y sólida imagen, aunque aún hubiese cosas que pulir. La banda ficha para la multinacional y edita su primer disco “Pereza” (2001). El trabajo aún evidencia su juventud e inexperiencia; limitado, sí, pero lo suficientemente firme como para dar un centenar de conciertos y creerse así mismos un poco más. En sus devaneos por la península van haciendo tablas como teloneros de Porretas, Los Enemigos o Siniestro Total. También aportan valiosos granitos de arena en diferentes recopilatorios: en el solidario Patitos Feos hacen el clásico infantil televisivo “La Bruja Avería”, en Calaveras y Diablitos el inédito “En donde estés”, y en el homenaje a Hombres G atacan con “Voy a pasármelo bien”, canción que terminaría dando título al álbum tributo.
Para el segundo disco, “Algo para cantar” (2003), Pereza se reduce a dúo y la formación en directo se completa con Rober (batería) y Pitu (guitarra), lo que constituirá un equipo ideal y necesario para consolidar repertorio y maneras sobre un escenario. El disco supone un aldabonazo para sus aspiraciones, los sitúa en una inmejorable posición de salida para su deseada carrera. Las composiciones han crecido y mantienen un fino equilibrio entre la chulería irreverente y la melodía y la querencia tierna, agradable para todos los públicos. En las presentaciones se dejan piel y huesos cada fin de semana en una exhibición continua de sex appeal stoniano... suman otros doscientos conciertos a su tenaz aprendizaje. Entre otros telonean al mismísimo Bon Jovi, y en la carretera van haciendo migas con otros compañeros de generación como Deluxe, Sidonie, Amaral o Los Piratas. La prensa comienza a hablar muy seriamente de ellos como “los nuevos Tequila”, “los nuevos Ronaldos”, etc, y en su haber cuentan ya con el irrefutable hecho de reventar todas las pequeñas salas de la península. Las pasiones están a punto de desatarse...
El salto cualitativo llega con “Animales” (2005), trabajo producido por Nigel Walker (Bob Dylan, Tom Petty, Aerosmith), que acierta en la diana de lo deseado por el grupo y les convierte en la nueva promesa del rock cool en castellano. Así suenan rabiosamente eléctricos sin dejar de enamorar, gamberros y conquistadores, cuidadosamente pop y saludablemente canallas. El single “Princesas”, al que seguiría el también exitoso “Todo”, los sitúa en el mapa de los triunfadores de la radio formula comercial. En los conciertos la “perezamanía” se desata: las chavalas, literalmente, se los quieren comer.
Pese al calentón de la nueva fiebre, el grupo sigue fiel a sus aspiraciones creativas: a finales de ese mismo año 2005 participan junto a Iván Ferreiro, Xoel López, Quique González y Juan y Eva Amaral en el proyecto de la SGAE, Laboratorio æ#39;, encerrándose en una casa de Buenos Aires (Argentina) para compartir ideas y componer. De esta excursión se traen lazos aún más sólidos con sus compañeros de quinta musical. Por otro lado la industria no es ajena al devenir del grupo y, tanto en los X Premios de la Música 2006 como en los Premios 40 Principales 2006, son nominados a mejor grupo de pop-rock, mejor canción y mejor álbum de pop. Así mismo, en los prestigiosos premios MTV europeos, son nominados a mejor artista europeo.
Su siguiente disco, que comienza siendo una mera diversión entre amigos, termina convirtiéndose en una enorme jugada comercial. “Los amigos de los animales” (06) es un party privado donde Rubén y Leiva llaman a otros compañeros para que canten en algunos de los temas aparecidos en sus tres primeros discos. Por un lado están los colegas de generación: Amaral, Pastora, Deluxe, Sidonie, Iván Ferreiro y Quique González, y por otro, apelando a su corazón de fans, recurren a sus admirados mayores: Enrique Bumbury, Carlos Tarque, Burning, Christina Rossenvigne, Coque Malla y Ariel Rot; sin olvidar la aportación flamenquita de Los Delinquentes y Alba Molina (conviene recordar que Leiva es una gran amante del flamenco).
El disco resulta ser un clamoroso éxito de popularidad y los aúpa a la cresta de la ola del quién es quién en el actual panorama de la música pop española. Industria, crítica y público se rinden a sus encantos: en los XI Premios de la Música 2007 son los ganadores del premio al mejor álbum de pop y las ventas de “Animales” casi rozan el Disco de Platino.
Como culminación a una gira inagotable de otros 200 bolos, la banda idea una serie de puntuales conciertos en formato “unplugged”. De la actuación en el Teatro Tivoli se extrae el material que compone su dvd “Barcelona” (2006), que se completa con un cd de rarezas que incluye inéditos, tomas caseras y hasta una versión de Barricada, “No sé qué hacer contigo”.
Antes de enfrascarse en la creación de su nuevo trabajo, Rubén y Leiva colaboran aquí y allá con diferentes compadres: en el disco “Dúos, tríos y otras perversiones” de Ariel Rot participan en “Canal 69”, con Burning cantan “Mueve tus caderas” en el Teatro Joy Eslava a principios del 2007, durante la presentación de “Dulces dieciséis”, y en el mismo lugar se hacen “Cuatro Rosas” con Jaime Urrutia para el directo “En Joy”, en el estadio Vicente Calderón interpretan junto a Loquillo “R´n´r Star”, durante la celebración del cuarenta aniversario de Los 40 Principales. También terminan siendo memorables sus escapadas a jams locas con Xoel Deluxe y Quique González.
Vuelven a recurrir al productor Nigel Walker y para mediados del 2007 Pereza tiene listo su nuevo disco, “Aproximaciones”, del cual se extrae un primer single, “Aproximación”, cuya sedosidad les hace, por una ocasión, sonar más beattlemanos que stonianos. El resto del álbum certifica su continuo crecimiento como compositores y como grupo de rock. Ya nadie les compara con otros que no sean ellos mismos, y se constata el triunfo de sus letras sencillas, cockteles de juergas y desamores, sus melodías impagables y su pegajoso groove. En el disco, grabados casi todos los instrumentos (una vez más) por ellos mismos, destaca, por entrañable, la colaboración del mítico guitarrista ex -Stone Mick Taylor. Para el directo la banda se reforma: a partir de ahora Ruben y Leiva cantarán y tocarán las guitarras, y el resto de la formación se completa con Rober (batería), Luismi (percusión), Pop (teclados) y Manuel Mejías (bajo).
Con el flamante disco nuevo entre las manos, “Aproximaciones” y una inminente temporada 07/08 rebosante de bolos, Pereza siguen caminando firmes, fieles a sus principios, poniendo toda la carne sobre la parrilla y el corazón en el asador.
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