The Chevelles son un ejemplo perfecto de que cuando eres bueno en algo debes perseverar hasta llegar donde quieres. Su historia lo explica bien. A finales de 1989, dos compañeros de instituto de Perth (Australia), Duane Smith y Jeff Halley, decidieron montar una banda olvidando otros proyectos anteriores menos ambiciosos. Inicialmente, les acompañaba el ex Stems Richard Lane, que fue quien sugirió el nombre del grupo: The Chevelles, tomándolo de un modelo de Chevrolet de los 60 diseñado específicamente para el mercado femenino.
Su debut discográfico fue el single “Be My Friend”. Editado en 1990 por el seminal sello australiano Zero Hour, recibió numerosas críticas elogiosas en todo el mundo. La revista estadounidense Yellow Pills dijo que “componían canciones mucho más sólidas que las de los Hoodoo Gurus”, el grupo australiano más importante por entonces. Poco después se publicaría el Ep “The Kids Ain’t Hip”, que tuvo aún más repercusión, probablemente gracias a que incluía “Show Me Your Love”, una canción que se convirtió inmediatamente en un hit en el país de los canguros.
En 1992 se inició el que sería el período más fructífero de su carrera, en el que Adrian Allen sustituyó a Lane poco antes de que empezaran a escribir las canciones de su primer y espectacular LP, “Gigantic”. Su presentación en directo fue extenuante: en dos años hicieron cinco cinco giras en solitario y acompañaron a figuras del calibre de Matthew Sweet o The Smithereens. Con “Gigantic” empezaron a ser conocidos en Europa, y en 1993 Survival lo editó en el Viejo Continente, gracias a lo cual realizaron extensas giras por Alemania, Francia y España
Su siguiente trabajo tuvo menos suerte. “Rollerball Candy”, otro gran disco, se editó en 1995, primero, en Australia y, más tarde, en España, donde lo licenció Running Circle. Sin embargo, esta empresa, propietaria de los derechos del disco para todo el mundo, desapareció súbitamente, y la repercusión de “Rollerball Candy” fue menor de la que merecía.
Pero las cosas volvieron a cambiar en 1997, cuando firmaron un nuevo contrato con otra compañía australiana, Spinning Top, muy bien relacionada con muchos sellos independientes de todo el mundo que inmediatamente se interesaron por el grupo. Para esos sellos Spinning Top preparó un "Best Of The Chevelles", que fue titulado “At Second Glance” y que se editaría rápidamente en distintos países. Entre ellos…
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The Chevelles son un ejemplo perfecto de que cuando eres bueno en algo debes perseverar hasta llegar donde quieres. Su historia lo explica bien. A finales de 1989, dos compañeros de instituto de Perth (Australia), Duane Smith y Jeff Halley, decidieron montar una banda olvidando otros proyectos anteriores menos ambiciosos. Inicialmente, les acompañaba el ex Stems Richard Lane, que fue quien sugirió el nombre del grupo: The Chevelles, tomándolo de un modelo de Chevrolet de los 60 diseñado específicamente para el mercado femenino.
Su debut discográfico fue el single “Be My Friend”. Editado en 1990 por el seminal sello australiano Zero Hour, recibió numerosas críticas elogiosas en todo el mundo. La revista estadounidense Yellow Pills dijo que “componían canciones mucho más sólidas que las de los Hoodoo Gurus”, el grupo australiano más importante por entonces. Poco después se publicaría el Ep “The Kids Ain’t Hip”, que tuvo aún más repercusión, probablemente gracias a que incluía “Show Me Your Love”, una canción que se convirtió inmediatamente en un hit en el país de los canguros.
En 1992 se inició el que sería el período más fructífero de su carrera, en el que Adrian Allen sustituyó a Lane poco antes de que empezaran a escribir las canciones de su primer y espectacular LP, “Gigantic”. Su presentación en directo fue extenuante: en dos años hicieron cinco cinco giras en solitario y acompañaron a figuras del calibre de Matthew Sweet o The Smithereens. Con “Gigantic” empezaron a ser conocidos en Europa, y en 1993 Survival lo editó en el Viejo Continente, gracias a lo cual realizaron extensas giras por Alemania, Francia y España
Su siguiente trabajo tuvo menos suerte. “Rollerball Candy”, otro gran disco, se editó en 1995, primero, en Australia y, más tarde, en España, donde lo licenció Running Circle. Sin embargo, esta empresa, propietaria de los derechos del disco para todo el mundo, desapareció súbitamente, y la repercusión de “Rollerball Candy” fue menor de la que merecía.
Pero las cosas volvieron a cambiar en 1997, cuando firmaron un nuevo contrato con otra compañía australiana, Spinning Top, muy bien relacionada con muchos sellos independientes de todo el mundo que inmediatamente se interesaron por el grupo. Para esos sellos Spinning Top preparó un "Best Of The Chevelles", que fue titulado “At Second Glance” y que se editaría rápidamente en distintos países. Entre ellos, los Estados Unidos, donde Not Lame Records reconoció las enormes posibilidades del grupo y apostó muy fuerte por ellos.
Desde entonces, muchas de sus canciones, nuevas y antiguas, han formado parte de un buen número de discos recopilatorios. Un extenso repaso de su carrera se editó en Brasil en 2000, permitiendo al grupo realizar su primera y larga gira por aquel país a principios de 2001. Como adelanto de su nuevo disco, el sello norteamericano Zip Records editó hace pocos meses el Ep “Sunbleached”, que ha cosechado excelentes críticas. En los primeros meses de 2002, The Chevelles harán giras por Australia, los Estados Unidos y España. Parece que se acerca otra etapa de esplendor en su historia. Todo vuelve a empezar
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